BEATOS MÁRTIRES PASIONISTAS DE DAIMIEL
24 DE JULIO La noche del 21 al 22 de julio de 1936, el convento pasionista de Daimiel, Ciudad Real, descansaba en la más profunda calma. La oscuridad era como un manto protector, que envolvía la casa e iglesia del Santo Cristo de la Luz. Parecía como si nadie pudiera perturbar ese ambiente de paz y de silencio. Serían las once y media de la noche. El sonido metálico de la campana de la puerta vino a romper inesperadamente y con insistencia este silencio claustral de la media noche estrenada. Era un sonar agitado y nervioso, que hizo saltar del lecho en que dormía tranquilamente al hermano portero de la comunidad. ¿Quién sería a tan altas horas de la noche? ¿Qué estaría sucediendo? ¿Qué se pediría de ellos? El buen hermano Pablo María destacaba precisamente por su tranquilidad y su paz. Sin embargo, al oír ese sonar fuerte e insistente de la campaña a horas tan intempestivas, no pudo menos de asustarse y quedar desconcertado y sin saber qué hacer. ¿Acudiría a la puerta? ¿Esper