DÍA MUNDIAL DE LA ALIMENTACIÓN 16 de octubre
Hay 1020 millones de personas con hambre en el mundo
Según las estimaciones de la FAO, en 2009 existen 1.020 millones de personas subnutridas, equivalente a uno en cada seis habitantes del planeta. Como ha señalado el Director General de la FAO, Jacques Diouf, durante el último año se produjo “una mezcla peligrosa de desaceleración económica global combinada con precios alimentarios obstinadamente altos en muchos países, lo que ha empujado a cerca de 105 millones de personas más que el año pasado al hambre crónica y la pobreza”.
Frente a esta situación, la FAO propuso “conseguir la seguridad alimentaria en época de crisis” como lema del Día Mundial de la Alimentación de 2009.
No sería poco si celebrar cada año la jornada mundial de la alimentación diera este resultado: que quienes poseen bienes materiales en abundancia se comprometieran a llevar un tenor de vida razonablemente austero para poder ayudar a quienes no tienen de qué alimentarse. Fieles a la recomendación del Salvador, rezamos cada día la oración que él mismo nos enseñó. Sus peticiones están formuladas en plural: Danos hoy nuestro pan de cada día. El cristiano sabe bien que no puede encerrarse en la actitud egoísta del propio bienestar. Jesucristo enseña a hacerse cargo de las necesidades de los demás. La oración será verdadera si se traduce en un compromiso sincero de solidaridad concreta.
Oremos, pues, para que desde una valoración y respeto por los mismos campesinos y sus culturas, se tomen las medidas adecuadas que nos acerquen al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. La Cumbre Mundial sobre la Alimentación en 1996 se propuso reducir a la mitad el hambre en el mundo para el año 2015. La realidad es que hoy hay más gente con hambre -820 millones- que la que había en 1996. Y esta cifra aumenta en cuatro millones cada año (cf. Oración y Servicio, 2008.3).
Fieles a la recomendación del Salvador, rezamos la oración que el Señor nos enseñó.
Pedimos al Padre el pan y usamos el plural: danos hoy nuestro pan de cada día. “El Padre nuestro es la oración de los hermanos que, conscientes de que no pueden llegar a Dios por sí solos, confían en poder encontrarlo juntos, viviendo en comunión entre sí. Se nos invita a ver el rostro de Dios en el rostro del prójimo, por el que cada uno ha de interesarse, especialmente cuando es débil y carece del alimento necesario.
Jesús mismo dijo: cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis (Mt 25,40)”10. Con esta oración, Jesús nos indica el camino para salir de nuestros egoísmos y a asumir como propias las necesidades de los demás. De ahí que, nuestra oración sea sincera, si se traduce en compromiso sincero de solidaridad concreta y definida.
P. Jesús Ma. Aristín, c.p.
Comentarios
Publicar un comentario
ESCRIBE AQUI TUS COMENTARIOS, OPINIONES, QUEJAS Y SUGERENCIAS PARA UN MEJOR SERVICIO EN NUESTRA PARROQUIA.
GRACIAS.