TEMA 13 * EL CANTO EN LA MISA
CATEQUESIS SOBRE LA EUCARISTÍA 13
EL CANTO EN LA
MISA
PARA COMENZAR
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¿Qué diferencia hay entre decir algo hablado, y decirlo “cantando”?
EL CANTO EN LA MISA.
El canto, como parte de la acción litúrgica, ya viene sugerido por el
apóstol Pablo: “Canten a Dios con todo el corazón salmos, himnos y cánticos
inspirados” (Col 3, 16), “Reciten entre ustedes salmos, himnos cánticos inspirados; canten y celebren al
Señor, con todo el corazón” (Ef 5, 19). Las epístolas del N T nos presentan
varios de esos himnos.
El canto es considerado también como un medio para manifestar la unanimidad
de sentimientos, porque con su ritmo y melodía provoca la fusión de las voces
que parecen una sola. El canto da a las
palabras más fuerza y significado, permitiendo mayor interiorización y
apropiación de esa palabra.La música, cantada o instrumental, crea un marco de
fiesta, de esplendor y triunfo; y, aunque es una expresión artística, hay que
evitar el peligro de quedarnos solo en la emoción estética, antes bien, hay que
llegar al sentimiento propiamente religioso.
Los salmos tomados de la Biblia, fueron piezas que se comenzaron a
musicalizar desde muy antiguo, al grado de que los salmos llegaron a ser la
forma más ordinaria y oficial del rezo de la Iglesia (La Liturgia de las Horas).
Junto con los salmos, también se musicalizaron los diferentes cánticos del A
T y del N T, luego otros cánticos
litúrgicos de la Biblia, como el “Santo” (Is 6,3). Pero este interés por el
canto no solo quedó en los textos bíblicos, también, desde muy temprano, la
Iglesia introdujo composiciones poéticas nuevas que eran cantadas.
En nuestra Misa
Los momentos propicios para cantar durante la
eucaristía son bastantes, pero no se puede cantar en todos ni tampoco se puede
entonar cualquier canto. Los momentos más propicios para cantar se pueden
esquematizar en el siguiente orden: Canto de entrada: ha de suscitar la
fe de la comunidad, unirla. El “Señor ten piedad”, cuando se canta hay
que tratar de que sea sencillo y breve sin alterar mucho el sentido litúrgico. El
himno del “Gloria” ha de buscar mantener la letra del himno original, ha de
ser alegre y festivo y, de ser posible, que lo entone toda la comunidad. El
Salmo Responsorial hemos de preferir entonarlo, en lugar de cambiarlo por
otro canto. El “Aleluya”, canto
de alegría y alabanza a Dios que nos prepara para escuchar el evangelio; al
menos el estribillo ha de ser cantado por toda la asamblea. El “canto dela
presentación de las ofrendas”, se recalca la idea de entrega y donación o
de la alegría de los hermanos reunidos; puede ser cantado por el coro, y la
asamblea escucha, o bien cantado por todos. “El Santo” es la bienvenida
a Cristo que vendrá en la consagración. El “Padre nuestro” si se canta
ha de respetarse el texto litúrgico. El “cordero de Dios” es el canto
sacrificial de Cristo que se comparte para todos (No hay que confundirlo con un
canto sobre la Paz). El Canto de Comunión, celebra la unidad de los
hermanos en Cristo. Y el Canto de Salida tiene el sentido misionero y de
conclusión de la celebración; ya no forma parte directa de la celebración, por
eso se puede escoger más libremente.
Misioneros Pasionistas
Parroquia del Espíritu Santo y Señor Mueve Corazones
II Vicaria, IV Decanato
Arquidiócesis de México
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